Unión Europea condena a Japón por nuevo plan de caza de ballenas en el Pacífico Norte

Una laguna en la Convención sobre la Caza de Ballenas, que entró en vigor en 1985 y que establece que las ballenas pueden ser capturadas solo con fines "científicos", ha permitido que en muchísimos casos Japón ignore la decisión internacional que declaró a la caza ilegal.
 
A pesar de la fuerte oposición internacional y una moratoria global para poner fin a la práctica, Japón sigue insistiendo en la caza de ballenas. Mientras el gobierno decide comenzar la caza de ballenas en el Pacífico Norte, la Unión Europea ha enviado una carta formal a la Comisión Ballenera Internacional (CBI) condenando la medida.
A pesar de que la caza comercial de ballenas comenzó a ser ilegal bajo la Convención sobre la Caza de Ballenas, que entró en vigor en 1985, Japón no ha cesado su actividad al acecho de los mamíferos marinos. Una laguna en la convención, que establece que las ballenas pueden ser capturadas solo con fines “científicos”, ha permitido que en muchísimos casos Japón ignore la decisión internacional, aunque haya reducido su cuota de caza.
Esto ha provocado una feroz lucha de parte de grupos ambientalistas. Pero también de algunos gobiernos, porque la caza de ballenas que realiza Japón suele ocurrir en las aguas antárticas reclamadas por Australia. Se han presentado numerosos recursos legales contra Japón y la nación incluso fue llevada a la Corte Internacional de Justicia en 2014. El resultado fue una sentencia que declaraba que el antiguo programa japonés de caza de ballenas, JARPA II, no era en lo absoluto para propósitos científicos.
En respuesta a ese fallo, Japón desechó la JARPA II y levantó el sospechoso programa NEWREP-A, muy parecido al anterior. Este año, la flota ballenera japonesa regresó al puerto con 333 ballenas minke capturadas en aguas antárticas, y también estableció una cuota autoasignada de 134 ballenas rorcual amenazadas y 43 ballenas minke del Pacífico Norte.
En respuesta a esta arbitrariedad, los 25 Estados miembros de la UE que han firmado la convención sobre la caza de ballenas, están protestando por el avance de la cacería en el Pacífico Norte, a pesar de que las normas recientemente establecidas implicarían que todos los nuevos programas científicos deben ser revisados por la CBI.
“Aplaudimos a la UE por tomar esta importante posición e instar a otros gobiernos adscritos a la CBI a sumarse al llamado a Japón para que detenga su farsa “científica” en el Pacífico Norte”, dijo Clare Perry, jefa de la Agencia de Investigación Medioambiental Ocean Campaign, en una declaración. “Esta cacería, que con demasiada frecuencia es ignorada, no sólo es insostenible, sino que contraviene el derecho internacional”, agregó.
Es importante recordar que Japón no es el único país que sigue cazando ballenas. La UE también debería estar mirando más cerca de casa, ya que este año Noruega fijó una cuota de 999 ballenas minke, de las cuales se espera que el 90% sean hembras embarazadas.

Por IFLScience

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