Argentina: Tramo final de una resistencia que puede vencer a Monsanto


Emilio Marín

Después de una larga resistencia social a la instalación de Monsanto en Córdoba, el tema ha entrado en su fase final. Hay buenas perspectivas de que la multinacional norteamericana no se pueda salir con la suya.
Se puede empezar por el final de esta historia, para luego ir retrocediendo en el tiempo y presentarla más o menos completa.
Lo más reciente fue la marcha del 13/3 en la ciudad de Córdoba, organizada por la "Asamblea Malvinas lucha por la Vida", el nervio motor de la resistencia a la radicación de Monsanto en Malvinas Argentinas, a 16 kilómetros de la capital mediterránea, para una planta de secado de semillas de maíz.
Unas 3.000 personas recorrieron calles de la ciudad hasta llegar al Centro Cívico, sede del Ejecutivo que el humor local bautizó "El Panal" desde su inauguración. A su paso los cordobeses expresaban su simpatía, a pesar de que estaban con bronca en las paradas de colectivos esperando un tiempo exagerado, luego de una polémica y cara reforma al sistema de transporte de pasajeros dispuesta por el intendente Ramón Mestre. Los sufridos usuarios saludaban a quienes marchaban contra la multinacional, aún cuando involuntariamente les agregaran unos minutos más a su espera del "bondi".
Los miembros de la Asamblea Malvinas estaban contentos. Como el cronista los había acompañado en otras oportunidades, podía apreciar la mejoría de su ánimo, en comparación con manifestaciones anteriores. La razón de ese cambio, conjetura, es que en 2014 hubo novedades favorables a su causa, en el terreno judicial, mediático y político. Si bien nadie podría asegurar que la batalla esté ganada, ni que lo vaya a estar en días, la sensación es que se ha avanzado; el que ahora está en situación difícil es el proyecto semillero, que antes parecía llevarse Córdoba por delante.
Es que el 8 de enero pasado, la Sala II de la Cámara del Trabajo provincial resolvió favorablemente un amparo presentado por los ambientalistas en contra de las obras, presentado por Federico Macciocchi y el Club del Derecho, con aval de la Asamblea Malvinas.
La Sala declaró la "arbitrariedad e inconstitucionalidad" de la resolución 595/2012 dictada por la Secretaría de Ambiente de Córdoba, que había autorizado el inicio de las obras. Tales calificativos del tribunal fueron porque tal autorización no había requerido previamente el Informe de Impacto Ambiental ni había concedido audiencia pública ni consulta en la localidad que podía ser afectada en su salud y medioambiente. Esos requisitos están planteados en la ley General del Ambiente N° 25.675 y en forma más diluida, por la ley provincial N° 7.343. Legalmente las obras se paralizaban, aunque en rigor ya lo estaban desde setiembre del año pasado, con el acampe de protesta a la vera de la ruta A-88.
Otra novedad positiva de 2014 fue que el 10 de febrero, el nuevo secretario de Ambiente, Germán Pratto, dictó una resolución rechazando el Informe de Impacto Ambiental presentado por la firma.
Es la política...
Se dirá que Pratto, ex intendente de Morteros y con una experiencia democrática y de gestión
con los vecinos de un pueblo, tenía más sensibilidad que su antecesor en la secretaría, Federico Bocco, y que por eso tomó esa resolución adversa al monopolio. No es que tal circunstancia favorable a Pratto no exista, pero de por sí no explica el cambio de la repartición. Esta había aprobado la cuestionada Resolución 595/2012 y pasó a aceptar el fallo judicial que la fulminaba y, además, sumó su rechazo al Informe de Impacto Ambiental que antes no había exigido como pre-requisito.
El problema va más allá de las novedades en Ambiente y tienen más que ver con la política cordobesa, "por abajo" y "por arriba".
"Por abajo", la Asamblea Malvinas empezó a ganar la partida con el aguante del acampe comenzado el 18 de septiembre de 2013 frente a la obra de futura planta de tratamiento de semillas de maíz. Ese lugar fue objeto de cuatro represiones contra los ambientalistas: en dos ocasiones la agresión comenzó con patotas de la Uocra y punteros ligados al delasotismo barrial, con participación de la policía. En las dos restantes el protagonismo represivo fue de la Guardia de Infantería, con el saldo de heridos con balas de goma, palazos, gas pimienta, golpes con bastones, robos, etcétera.
La cuenta no quedó allí: el 20 de febrero, cuando una manifestación llegó en Malvinas Argentinas a pedirle al intendente Daniel Arzani que anulara sus ordenanzas 808/2012 y 821/2013, también fulminadas por la Sala Segunda, se encontró con un dispositivo policial represivo desacostumbrado para poblaciones pequeñas. Otra vez sopa: represión, una mujer herida de gravedad y un intendente contra las cuerdas.
En la pelea entre los más débiles y los más poderosos, la opinión suele inclinarse por los primeros. Eso ocurrió aquí, pero también fue creciendo la conciencia sobre qué tipo de empresa contaminante es Monsanto, aquí y en el mundo. Su negativa a prestarse a someter el diferendo a una consulta popular, la fueron colocando políticamente a la defensiva, con mala imagen.
"Por arriba"
Después de cinco represiones escandalosas en su localidad, el radical Arzani llegó a un punto de cierto arrepentimiento de haber firmado las autorizaciones de radicación. Así se lo dijo a los tres asambleístas en la audiencia del 20/2 (¿para qué habrá pedido la policía, que reprimió, si luego terminó recibiendo a la delegación?). Ese día habló por teléfono con José M. de la Sota y le pidió que resolviera el asunto denegando a la empresa seguir adelante con el proyecto. Argumentó que él prefería preservar la "paz social" en Malvinas.
El gobernador se considera "hecho" con el giro de la Secretaría de Ambiente, que rechazó el Informe de Impacto Ambiental. Le devolvió la pelota a Arzani, para que en todo caso sea éste quien emita una nueva ordenanza y dé por caída la radicación de la firma.
En este aspecto tienen razón los asambleístas que exigen a Arzani que se la juegue. Invocan su ordenanza 821/2013, que plantea: "la falta de cumplimiento por parte de Monsanto de lo que establezcan oportunamente la Secretaría de Ambiente, la Dirección de Recursos Hídricos y la Municipalidad de Malvinas Argentinas hará caducar de pleno derecho el presente permiso de obra".
Por eso los manifestantes le reclamaban al intendente: "Sólo faltás vos". Debía poner la firma a una ordenanza, caducando el permiso de obra. El hombre se ha movido en esa dirección, por todos los acontecimientos y la resistencia social al proyecto, pero aún no se decide. Lo han visto dudar y pensar en disposiciones adversas a la multinacional.
Para contrarrestar eso, el mismo día que los manifestantes fueron al Centro Cívico, anteayer, los del "Grupo de los 6" lo entrevistaron para interceder a favor de Monsanto. Directivos de la Bolsa de Comercio, Unión Industrial, Federación Comercial, Cámara de Comercio, de Comercio Exterior y de la Construcción lo apretaron a Arzani diciéndole que "siguen de cerca un proceso que puede afectar una inversión importante, y con ello, el clima de negocios, la generación de empleo y el desarrollo productivo".
Jugadas de De la Sota
El gobernador está en la oposición al gobierno nacional, aunque es previsible que sus apetencias presidenciales terminen postergadas en alguna fórmula de centro-derecha de otro referente que mueva "el amperímetro".
De todos modos "el Gallego" no se rinde, y ha visto en el asunto Monsanto una manera de acumular fuerzas y correr "por izquierda" a la presidenta. Anunció una reforma a la ley de ambiente provincial para ponerla en regla con la del orden nacional, pero haciendo más expreso el requisito de una consulta popular para casos como el de Malvinas Argentinas. "De la Sota aseguró que la consulta popular debutará con Monsanto", tituló el jueves 13 la edición de Comercio y Justicia.
El diario cooperativo reproducía las declaraciones del gobernador a sus amigos de Cadena 3, durante la inauguración de Expoagro en Ramallo, donde aseguró que "si la legislatura aprueba esta ley, la primera aplicación va a ser el tema Monsanto".
Conociendo algo al personaje se puede aventurar que como parte de su campaña, va a tratar de vender a nivel nacional que Córdoba fue la primera donde se hizo una consulta popular para votar por sí o no en una cuestión medioambiental (en rigor no será la primera porque en 2003 se votó en Esquel, contra la minería).
El Instituto de Derecho Ambiental y Energía de la Universidad Nacional de Córdoba hizo críticas severas al proyecto delasotista de reforma a la ley de ambiente. Le reprochó que no es clara en cuánto a la consulta popular, pues deja en manos de la Autoridad de Aplicación los criterios sobre quiénes, cómo, cuándo y bajo qué condiciones los ciudadanos podrán ejercer su derecho a participar.
A De la Sota eso parece no importarle. Su proyecto entró a la Legislatura el 19 de febrero y lo ve como una forma de ubicarse en una postura "progresista" frente a la presidenta de la Nación. En junio de 2012 CFK anunció en reunión con el Council of Americas en Nueva York que las autoridades de Monsanto le habían asegurado una inversión de 1.800 millones de pesos para montar una planta de secado de semillas de maíz en Córdoba. A la luz de lo sucedido, flor de marlo, contaminado...

Fuente: (LA ARENA) - Imagenes: desdeabajo.info

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