Ley de antenas: Cómo Cambia el Negocio de Telecomunicaciones móviles



Estrategia. 23.01.12.
Las denominadas "zonas sensibles" que establece la nueva normativa obligarán a las empresas a remover torres que se ubiquen, por ejemplo, cerca de colegios u hospitales, frente a lo cual algunas compañías advierten que podría verse afectada la calidad del servicio. Para otras, los cambios que introduce la ley son buena noticia.

La aprobación de la Ley de Antenas deja abierta una serie de interrogantes sobre cómo afectará a la industria de las telecomunicaciones esta nueva normativa, que estimula la instalación de antenas utilizando infraestructura existente, estableciendo incentivos para que los operadores ya emplazados en sitios con más de dos antenas, se junten en una sola torre, la mimeticen y/o compensen a las comunidades.
El proyecto fija una distancia de cuatro veces la altura de la torres con un mínimo de 50 metros de las llamadas zonas "sensibles". Aquellas que se construyan de tres metros o más necesitarán un permiso de la Dirección de Obras Municipales y tendrán que ser informadas a los vecinos con 30 días de anticipación para que puedan participar del proceso.
Por otra parte, la normativa entrega la facultad de determinar los estándares de emisiones de radiación al Ministerio de Medio Ambiente, y su fiscalización a la Subtel.
PUNTO CRITICO
Pero el artículo más conflictivo de la Ley es el V, el cual obliga a las empresas a retirar o colocalizar torres que se ubican en zonas sensibles, correspondientes a establecimientos educacionales, de salud, hogares de ancianos u otras áreas que defina la Subsecretar'a de Telecomunicaciones.
El gerente general de Entel, Antonio Büchi, explicó que para relocalizar infraestructura en las áreas mencionadas, "el plazo es muy reducido y retirar torres repercutirá en el servicio". "En las zonas más complejas va a ser grave, probablemente", afirmó.
La misma empresa manifestó su preocupación por las localidades rurales, en las cuales puede suceder que la única antena emplazada esté ubicada precisamente al interior de un recinto educacional.
En tanto, el presidente ejecutivo de Movistar, Claudio Muñoz, indicó con anterioridad que "estamos preocupados por cómo se va a implementar la ley. Estamos trabajando para lograr ambos objetivos: cómo logramos mitigar los impactos urbanos y cómo lograr seguir comunicados en nuestro país". De hecho, los operadores móviles con infraestructura propia, Movistar, Entel, Claro y Nextel, enviaron una carta al Presidente Piñera, impugnando el artículo V transitorio. De las empresas la única que no firmó la carta fue VTR, que se mostró a favor de la colocalización y no objetó la reducción de torres, al menos públicamente. Al ser un actor que recién debutará en la telefonía móvil, la ley le evita tener que levantar una red propia y no debe eliminar inversiones ya hechas.
BOSQUES DE ANTENAS
La retroactividad es uno de los aspectos centrales de la ley para regular los "bosques de antenas", que se producen cuando hay más de dos torres cerca, fijándose 12 meses para las zonas sensibles y 18 para la saturadas. Si no colocalizan deberán compensar a los habitantes del sector por hasta el 50% del valor de reemplazo de cada torre, el que promedia los $75 millones.
Cuántas son las torres que desaparecerán, aún no se sabe a ciencia cierta, puesto que recién en marzo estará listo el catastro que identificará las zonas sensibles del país. El ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Pedro Pablo Errázuriz, estima que la implementación de la ley demandará una inversión cercana a los US$50 millones entre todas las empresas, dependiendo de cómo se ejecuten las obras. "Hoy día cuando las empresas construyen cinco o seis torres, una al lado de la otra, gastan seis veces más de lo que requieren al compartir infraestructura".
INCERTIDUMBRES
"Cuando se habla de áreas sensibles libres de antenas no queda claro qué va a ocurrir. Porque la gente quiere poder llamar desde y hacia un hospital, por ejemplo", señala el director ejecutivo de G&A Consultores, Roberto Gurovich. Agrega que las colocalizaciones son positivas siempre y cuando sean factibles de realizar y no terminen perturbando más el ambiente. En este sentido, prefiere la estrategia de mimetización.
Está por verse qué sucederá con la calidad de la señal y si los vaticinios de pérdida de comunicación, se producirán. Hay analistas que sostienen que con los actuales niveles de competencia en la industria, cada operador buscará la forma de restablecer la calidad de servicio y demandará mayores inversiones que las presupuestadas para no perder posición de mercado. En consecuencia, se reducirán los márgenes de ganancia y el negocio de las telecomunicaciones no volverá a las rentabilidades a las cuales se acostumbró. Presagio que esta industria comparte con todas aquellas en que aumentan fuerte los niveles de competencia.
Recuadro :
Los Tres Anillos
Esta ley define tres anillos para los emplazamientos de torres: el primero se extiende desde el establecimiento pertinente hasta los 40 metros de distancia en el que los concesionarios tendrán que ceñirse a la normativa vigente una vez publicada la ley, la cual señala que en esos lugares las torres no deben tener una altura mayor a los 12 metros, entregfndose un plazo de 12 meses, con el objetivo de que las empresas adecceen las torres, o si no desean hacerlo, las retiren. El segundo comprende desde los 40 metros hasta los 80 metros de distancia, teniendo que respetar el máximo de 25 metros de altura y además estar abiertas a la colocalización. El tercero, rige desde el metro 80 hasta los 120 metros de distancia. En este punto no hay límite de altura, pero sí obligación de colocalización.

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