Falló la operación para sellar la fuga de petróleo en el Golfo de México






El anuncio supone un nuevo revés para el gigante petrolero pero también para la población y el medioambiente de la zona ya que se trata del peor derrame de crudo en la historia de Estados Unidos
Doug Suttles, jefe de operaciones de BP, confesó que la noticia era pésima. "El hecho de que no podamos frenar la fuga y de que hayamos fracasado hasta el momento es aterrador", aseguró Suttles. El peor escenario ya ha llegado cuando pasan de 40 los días que el petróleo continua fluyendo libremente desde el pasado 20 de abril.
BP había anunciado con autosatisfacción que su famosa técnica Top Kill había logrado detener la fuga de petróleo del pozo submarino en el Golfo de México. Hoy sabemos que no ha sido así. BP ha tenido que admitir que toda esa operación que se ve en el vídeo no ha logrado detener la salida de crudo.
La técnica del Top Kill implica básicamente bombear lodo pesado dentro del pozo. Para que funcione, la presión ejercida por el lodo, que está siendo inyectado desde arriba, debe ser superior a la presión con la que el crudo y el gas se dirigen hacia la boca del pozo.
Pues bien, no ha sido así. La compañía petrolera intentará nuevamente la técnica del tapón de contención, que ya intentó sin éxito y cuya colocación podría tardar hasta siete días. El presidente de BP lo tenía muy claro cuando advirtió que su compañía detendría del derrame, pero que no sabía cuándo.

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La Casa Blanca dijo que hay que "preparase para lo peor" frente al derrame de petróleo

El derrame de petróleo en el Golfo de México podría seguir hasta agosto y el Gobierno de Estados Unidos ya se está "preparando para lo peor", a pesar de que la empresa BP anunció hoy un nuevo plan para intentar frenar la pérdida de crudo.
"Podría haber petróleo saliendo hasta agosto, cuando los pozos de alivio estén terminados", dijo Carol Browner, asesora de energía del presidente, Barack Obama en declaraciones para el programa "Face The Nation" de la cadena de televisión CBS.
"Estamos preparados para lo peor. Lo hemos estado desde el principio", añadió Browner.

"Tan enfurecedor como doloroso"
El derrame de petróleo en el golfo de México, que BP admitió no haber conseguido detener con una inyección de lodo pesado, es "tan enfurecedor como doloroso", afirmó el presidente de EEUU, Barack Obama.
Será difícil y tardará varios días

Obama reconoce que "está claro que no ha funcionado" la inyección de lodo y las autoridades federales han ordenado a la compañía que detenga esa operación. El presidente estadounidense advierte de que el método que se va a usar ahora "no carece de riesgos y no se ha intentado nunca". Será "difícil y tardará varios días" en poderse aplicar, sin que tampoco tenga garantías de éxito.

La compañía British Petróleum admitió el fracaso. Intentaron taponar el pozo de crudo con una inyección de lodo pesado pero no funcionó. Probarán de nuevo con robots submarinos. Es el peor derrame de la historia.


La inyección de lodo pesado para tratar de poner fin al derrame de petróleo en el Golfo de México fracasó. Lo peor es que lo admitió la misma British Petróleum (BP), que pasará ahora a intentar un nuevo método.
"No hemos podido detener el flujo" de petróleo que mana del pozo a 1.500 metros de profundidad, declaró el director de operaciones de BP, Doug Suttles, en una rueda de prensa. "Hemos tomado la decisión de pasar a la siguiente opción", agregó.
Esa opción consiste en cerrar la tubería rota con robots submarinos y cubrir los restos con una cúpula, una solución similar a la que ya se intentó hace unos días sin éxito.
Esta operación podría tardar cuatro días en completarse, indicó el alto ejecutivo.
En sus declaraciones, Suttles no pudo precisar qué porcentaje de éxito atribuirle al próximo intento. Inicialmente, BP había calculado que las posibilidades de triunfo de la inyección de lodo pesado, junto a otros materiales para bloquear las tuberías, se encontraban entre el 60 y el 70 por ciento.
"Tenemos confianza en que la operación funcionará, pero evidentemente no podemos garantizar el éxito", declaró Suttles.
La inyección de lodo pesado había comenzado el pasado miércoles, la primera vez que se intentaba a una profundidad semejante, 1.500 metros.
En total, la compañía inyectó 30.000 barriles de lodo y efectuó tres intentos distintos de bloqueo de la tubería con basura como cubos de plástico, neumáticos usados y pelotas de golf para taponar la tubería. Pero la fuerza brutal con la que emana el crudo pudo más.
El derrame se ha convertido en el peor de la historia, una vez que los científicos han corregido sus cálculos, que inicialmente contaban que la fuga equivalía a 5.000 barriles de petróleo al día, y ahora consideran que el crudo que escapa del pozo alcanza entre los 12.000 y los 19.000 barriles diarios.
La catástrofe, que comenzó tras la explosión de la plataforma petrolera "Deepwater Horizon" el 20 de abril, se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para el Gobierno estadounidense y el presidente Barack Obama, contra el que crecen las críticas acerca de la gestión del problema.
Obama visitó ayer por segunda vez desde que comenzó el desastre la zona afectada en las costas de Luisiana y ordenó que se triplicara el personal que trabaja en las tareas de lucha contra la marea negra, hasta ahora 20.000 personas.
"El responsable en última instancia soy yo", afirmó el presidente estadounidense, que aseguró a los habitantes de la región afectada que "no están solos".
Obama también apuntó que, en caso de que BP fracase en sus intentos actuales de sellar el pozo, los científicos del Gobierno, encabezados por el secretario de Energía y Premio Nobel, Steve Chu, examinan todas las alternativas viables.
Cualquier solución a la que se llegue por el momento sería temporal. La solución definitiva no se logrará al menos en dos meses más, los necesarios para concluir la perforación, ya en marcha, de un nuevo pozo que reemplace al averiado.
Mientras tanto, los expertos del Gobierno calculan que ya se han vertido en el Golfo un mínimo de 68 millones de litros de petróleo.
Un informe elaborado por el BBVA Compass, una entidad financiera implantada en el sur de EE.UU. y filial del grupo español BBVA, calcula que el impacto económico del derrame podría ascender a 4.300 millones de dólares.
De esta cifra, un 93,6 por ciento serían pérdidas en el turismo en los Estados de Florida, Alabama, Misisipi y Luisiana, indicó la entidad, que advirtió que el costo final dependerá de la cantidad y la permanencia del crudo en las aguas.
Según estas estimaciones, el costo superaría al del desastre del vertido de Exxon Valdez en Alaska en 1989, el mayor en Estados Unidos hasta ahora y que, según la agencia de crédito Moody, tuvo un impacto económico de 2.800 millones de dólares.

Fuente 20minutos.es

Imagen de video facilitada por British Petroleum que muestra la fuga de crudo. (EFE)
Vista de la zona del desastre, frente a las costas de Luisiana. (Google Earth)

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