Watson a los balleneros: ‘Nunca nos rendiremos’






A pesar de la mala calidad de la línea desde algún lugar perdido de la costa antártica, el mensaje de Paul Watson llega alto y claro:
'Nunca nos retiraremos o rendiremos del Océano Antártico hasta que saquemos a la flota ballenera de aquí. Nunca cederemos y cada año somos más fuertes y bajamos con más apoyo.'
Para la quinta campaña en curso, Watson, el carismático fundador de 60 años de la Sea Shepherd Conservation Society, se encuentra persiguiendo a la flota ballenera por las gélidas aguas del Océano Antártico con su banda de desarrapados voluntarios de la Marina de Neptuno.
Las dos colisiones entre los barcos 'balleneros de investigación' japoneses y los buques de Sea Shepherd han centrado la atención mundial en este juego del gato y el ratón en los confines del sur. Mientras el Bob Barker conseguía escapar con una brecha en su costado tras colisionar contra el ballenero Yushin Maru #3 este fin de semana, el trimarán de alta tecnología, Ady Gil, de 2,5 millones de dólares, no tenía tanta suerte, hundiéndose poco después de su enfrentamiento en enero con el Shonan Maru #2 de la flota japonesa. Cada bando culpa al otro de ambos incidentes.
'Este año venimos aquí con tres buques. Hemos perdido uno. El próximo año bajaremos con otros tres, tal vez cuatro, no lo sé,' promete Watson abordo del buque insignia Steve Irwin. 'Hacemos lo que hacemos con los recursos que tenemos disponibles y cada año esos recursos se afianzan. No abandonaremos a las ballenas. Los barcos son reemplazables, las ballenas no.'
Sea Shepherd es una organización sin ánimo de lucro que aboga por la 'acción directa' como medio para lograr su objetivo: Detener la destrucción del hábitat y la matanza de la fauna salvaje en los océanos del mundo, conservando y protegiendo por tanto los ecosistemas y especies.
Desde la fundación del grupo en 1977, Sea Shepherd se ha visto involucrado en actividades relacionadas con el 'estudio, investigación y cumplimiento de las leyes, tratados, resoluciones y regulaciones establecidos con el fin de proteger la fauna marina de todo el mundo,' dice la Directora de Medios de Comunicación Amy Baird.
Sus campañas se han centrado en la pesca ilegal y la caza ilegal de ballenas, la caza furtiva, el shark finning y la caza de focas. El grupo afirma haber acabado con las actividades balleneras ilegales en el Atlántico norte en 1979 y 1986 y actualmente está involucrado en una campaña contra la caza furtiva en las Islas Galápagos en colaboración con los guardabosques del Parque Nacional de las Galápagos y la Policía de Ecuador, contra la pesca ilegal en Brasil y en una presión internacional para poner fin al shark finning.
Las tácticas agresivas de Sea Shepherd, que incluyen embestir y hundir barcos, arrojar ácido sobre los barcos, destruir redes y hundir barcos en  puerto, han sido etiquetadas por algunos de 'terrorismo', al tiempo que la imagen pirata e infame lo han convertido en algo querido en occidente.
Fundada en su mayor parte gracias a donaciones privadas, Sea Shepherd goza del apoyo de eminencias como el Dalai Lama así como celebridades como Daryl Hannah, Edward Norton, Christian Bale, Mick Jagger y Kelly Slater. Anthony Kiedis, Pierce Brosnan, Martin Sheen, Richard Dean Anderson y una lista de otros más se encuentran como miembros de su junta directiva.
El grupo tiene incluso su propia serie de televisión, 'Piratas Ecológicos' ('Defensores de Ballenas'), que ha atraído más audiencia a Animal Planet que ninguna otra serie en la historia del canal. La tercera temporada de la serie, que ha sido satirizada en la serie South Park, se está filmando actualmente a bordo de la flota de Sea Shepherd en la Antártida.
Sin embargo, tal como Watson dice, a pesar de la imagen sin ley de los enfrentamientos en los océanos del mundo, la lucha tiene que ver con sostener las regulaciones, no con infringirlas.
'Estamos viviendo en la mayor era de extinción de especies de los últimos 65 millones de años. Nos encontramos en el mayor acontecimiento de extinción, llamado Holocena porque los responsables somos nosotros. Creo que tenemos la responsabilidad de intentar hacer todo aquello que podamos por proteger a las especies y la mejor forma de hacerlo es hacer cumplir la ley internacional de la conservación.'
'Sea Shepherd opera según los principios de la Carta Mundial para la Naturaleza de las Naciones Unidas, que permite la intervención por parte de organizaciones no gubernamentales y en el pasado la he usado para mi defensa. No estamos infringiendo la ley.'
Más aun, Watson sugiere que las polémicas tácticas de acción directa que emplea el grupo, tales como arrojar botellas de mantequilla podrida en los barcos balleneros japoneses, son parte necesaria de una estrategia que tiene como objetivo golpear donde más duele a los japoneses: los balances.
'El único lenguaje que la industria ballenera japonesa entiende es el económico. No los influenciará ni la educación ni cualquier otro argumento. Tenemos que asegurarnos que realmente pierden dinero, de manera que recortando sus cuotas de matanza estamos recortando sus beneficios. No los han conseguido durante dos años, así que es una cuestión de hasta cuánto tiempo pueden seguir perdiendo beneficios.'
El gobierno japonés argumenta que sus barcos tienen permitido matar cada año 1000 ballenas, incluyendo 900 rorcuales aliblanco y 50 rorcuales común bajo un programa con propósitos científicos aprobado internacionalmente.
Watson lo ve de otro modo.
'La flota ballenera japonesa tiene como objetivo las ballenas en peligro (rorcuales y jorobadas) y protegidas (rorcuales aliblanco) dentro de un santuario de ballenas internacional, el Santuario de Ballenas del Océano Antártico, en violación a una moratoria global sobre la caza comercial de ballenas y en violación al Tratado de la Antártida que prohíbe la actividad ballenera por debajo de los 60º S,' dice. 'La flota se encuentra en desacato a una regulación del Tribunal Federal Australiano que prohíbe la caza de ballenas en el Territorio Antártico Australiano.'
'Esto no es investigación científica de ballenas. En 23 años no se ha publicado ni un solo informe científico sobre la 'investigación'. Es una investigación fraudulenta y todo el mundo sabe que es así.'
Otro argumento que el gobierno japonés ha empleado para presionar sus argumentos para la reanudación de la caza comercial de ballenas es el tema cultural: que la caza de ballenas forma parte de las tradiciones del país, particularmente de las zonas costeras.
Es un argumento al que Watson dedica poco tiempo: 'No me interesa la cultura, me interesa la ley. Sea Shepherd no es una organización de protesta, en realidad no protestamos porque estemos en desacuerdo con la cultura, intervenimos porque es ilegal.'
Mientras que el Capitán Watson insiste que nunca han cancelado una actividad y que seguirán mientras esto siga, la campaña ballenera japonesa ha sido particularmente difícil para ellos y sus viajes anuales a los océanos de la Antártida han experimentado una creciente hostilidad que han dejado a Watson 'preocupado por la escalada de violencia.'
Según Watson, el pasado sábado había cuatro barcos arponeros japoneses rodeando al buque Bob Barker, 'atacándolo con cañones de agua y LRADs (Dispositivos Acústicos de Largo Alcance). Entonces el Yushin Maru #3 'colisionó por la sección de popa del barco de Sea Shepherd abriéndole una brecha de un metro en el casco.' Sin embargo, el Instituto de Investigación de Cetáceos dice que la colisión ocurrió mientras el barco japonés intentaba evitar los proyectiles llenos de ácido butírico.'
Watson reserva duras palabras para el 'gobierno japonés,' el cual, argumenta, da carta blanca a los balleneros para que empleen tácticas todavía más peligrosas para tratar con los barcos de Sea Shepherd.
'Estamos en desventaja porque los balleneros japoneses pueden hacer todo lo que quieren, pueden incluso matarnos y el gobierno japonés justificará y defenderá sus acciones,' dice en referencia al hundimiento en enero del Ady Gil. 'Tenemos que hacer lo que hacemos asegurándonos que no herimos a nadie y que no infringimos la ley, sabiendo que nuestros gobiernos condenarán cualquier cosa que hagamos. Estamos en una clara desventaja.'
'Estar aquí abajo es una situación extremadamente peligrosa y los balleneros simplemente incumplirán sus obligaciones porque Japón se niega a cooperar con cualquier investigación internacional relacionada con la colisión y hundimiento’, dice Watson. 'Por lo que a mi respecta, el capitán del Shonan Maru debería ser acusado de intento de asesinato.'
En sus décadas de trabajo como conservacionista, empezando a la edad de 10 años cuando liberaba animales atrapados en las trampas en su ciudad canadiense natal, Watson ha visto más que la parte que le corresponde por enfrentamientos. A lo largo de su carrera, afirma que ha recibido el disparo de una bala, que le han lanzado granadas de contusión, que lo han sumergido en las gélidas aguas de la costa de Labrador y que le han arrojado grasa de foca en la cara.
Sin embargo, Watson insiste, 'Desde que establecí la Sea Shepherd Conservation Society en 1977, nunca hemos herido a nadie, nunca hemos sido condenados por un solo delito grave ni nunca hemos sido demandados. Extrañamente, Greenpeace nos llama constantemente organización violenta, aunque ellos han sufrido heridos, víctimas y numerosas condenas por delito grave. Tenemos un registro impecable por lo que a heridos se refiere.
Watson no guarda en secreto su desprecio hacia Greenpeace, mencionando varias veces el grupo en nuestra entrevista, al que llama 'la organización del sentirse-bien más grande del mundo' (la biografía de Watson afirma que él es uno de los cofundadores de Greenpeace y de Greenpeace International, una afirmación que Greenpeace niega).
Haciendo uso de las destrezas que adquirió siendo guardacostas canadiense durante la década de los 60, dirigió varias campañas de Greenpeace durante los primeros años de su fundación. Fue una de esas campañas la que cambiaría su vida, proporcionándole el ímpetu que lo llevaría a salvar la vida marina. El junio de 1975, mientras interferían en las actividades balleneras rusas frente la costa de California, dice que vio 'compasión' en el ojo de un cachalote macho arponeado.
'Pensé ¿para qué los rusos están matando a esas ballenas? y al parecer era por el aceite espermicida, un aceite altamente resistente al calor y una de las cosas para las que empleas ese aceite es para la fabricación de misiles balísticos intercontinentales y me dije, 'Aquí estamos, destruyendo estas criaturas increíblemente maravillosas, inteligentes y socialmente complejas para la destrucción en masa de la humanidad,' y pensé: hemos de estar locos.'
Watson dejó la Greenpeace Foundation (o fue expulsado, según Greenpeace) en 1971 debido a los desacuerdos sobre las tácticas, incluyendo el uso de la acción directa en las campañas así como por la creciente estructura burocrática de la organización.
En 1977 Watson fundó la Earth Force Society, en Vancouver, Canadá, y en 1978, con el apoyo económico de la Fund for Animals y de la Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals (RSPCA) con sede en el Reino Unido, compró su primer buque, el Sea Shepherd, cuya primera misión fue interferir en la temporada de caza de focas en la costa oriental de Canadá.
En un año, Sea Shepherd había embestido y hundido en Portugal su primer barco ballenero, el Sierra. Desde entonces, la organización se ha embarcado en 200 viajes y Watson ha escrito seis libros, ha dado conferencias en universidades y también ha sido profesor en el Programa de Honores de UCLA a finales de la década de los 90.
¿Cuál es la motivación detrás de la vida de activismo de Watson?
'No quiero vivir en un mundo sin ballenas. No quiero vivir en un mundo sin tiburones. No quiero ver destruida la biodiversidad de este planeta porque si destruimos la biodiversidad de los océanos, los océanos morirán, moriremos,' dice. 'No creo que la gente en realidad entienda esa unión: de que un océano muerto es el fin de la civilización.'
Japan Times
Trad: oceansentry.org

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